El abrazar a un árbol nos ayuda a sonreír y a sentirnos más cerca de la naturaleza ya que tiene algo de mágico y nos proporciona interactuar con la misma. Cualquier momento es bueno para rodear un árbol con nuestros brazos, ya que nos transfiere energía positiva y es de un gran poder terapéutico.

Muchas culturas milenarias que consideran el árbol como parte central de la vida en la Tierra. Aquellas se consideran hoy una rica sabiduría, transmitida a lo largo de generaciones como, por ejemplo, el taoísmo, que considera el árbol una pieza fundamental de la vida. A ellos les atribuye, además, poderes sanadores.

Los poderes terapéuticos del árbol van desde cargarnos de buenas vibraciones hasta su uso como un remedio para curar dolencias, atribuyendo a cada tipo de árbol unas propiedades diferentes. Estar en contacto con plantas y árboles es muy beneficioso a nivel mental y físico, ya que mejora la concentración, alivia la ansiedad y ayuda a liberarnos de pensamientos negativos.

Además de la influencia de un entorno bucólico, los beneficios están relacionados con las vibraciones que emanan de ellos. Son vibraciones casi imperceptibles, pero nuestro organismo sí las capta, y nos equilibra a nivel biológico.

 

La Arbolterapia, una terapia con raíces ancestrales

Los orígenes de esta terapia están vinculados a prácticas y creencias antiguas, muy presentes en el mundo celta, que atribuían funciones mágicas y religiosas a bosques, con los cuales se entraba en profunda relación espiritual. Por tanto, en la antigüedad la arboterapia ya existía y estaba relacionada con las fuerzas y energías que los hombres podían buscar y encontrar en el bosque, sin decir que en el pasado la naturaleza era la verdadera y única farmacia disponible.

El médico griego Galeno aconsejaba a sus pacientes de pasar más tiempo en los bosques de laurel. Su colega, Paulino, recomendaba a los enfermos de epilepsia de dormir a la sombra de los tilos en flor, mientras que Plinio el Viejo prohibía acostarse a la sombra de un nogal, debido a que su fuerte olor podía causar dolores de cabeza.

Miguel Herrero Uceda, escritor y naturalista, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y autor de “El alma de los Arboles” recalca como “los árboles son los únicos seres vivos que han sido testigos de diferentes eras geológicas y de todas nuestras transformaciones”.

 

5 motivos para abrazar a un árbol

  • Sentirse en calma. Estar sentado bajo un árbol da paz.
  • Son cómodos para leer: dan sombra
  • Ayuda a pensar: en el trabajo siendo más creativos, muchas ideas se han ocurrido al pie de un árbol. Según un estudio, la creatividad aumenta en áreas verdes.
  • Crean bienestar y salud. Sus propiedades vibratorias y la energía que transmiten mejoran la salud y alivian las enfermedades.
  • Terapia gratis: Con tantos beneficios es de las mejores terapias que se pueden conseguir

 

¿Cómo captar la energía de los árboles?

La energía que emanan los árboles, al igual que la nuestra, es invisible al ojo físico, es lo que llamamos el aura, muy perceptible sensitivamente. El árbol al igual que las personas está emitiendo vibraciones energéticas constantemente y son perfectamente asimilables por el ser humano, se pueden absorber y podemos beneficiarnos de sus efectos.

 

Hay formas fundamentales de captar la energía de los árboles

A través de la energía del árbol: Su extensión es más o menos grande según las características de cada árbol y su situación ambiental. Bastará penetrar en su radio de acción. Este tipo de energía se absorbe con el simple hecho de pasear por un bosque, conscientemente podemos aumentar su captación regulando nuestra respiración a un ritmo tranquilo y algo profundo. En la práctica, esto lo podemos hacer:

  • Caminar entre los árboles y escoger alguno que nos llame la atención.
  • Acercarse a él, observarlo y captar su energía, sin tratar de analizarlo mentalmente o de establecer un vínculo emocional. Sólo nota su tono vibratorio.
  • Tocarlo y al mismo tiempo cerrar los ojos, con la mano izquierda. Hablarle y pedirle permiso para absorber parte de su energía. Reconocer su fuerza y su influencia en el entorno. Observar si es un árbol solitario o un pastor de árboles que tiene influencia sobre el colectivo. Captar si su energía es curativa, o si es protectora y amorosa, o si es sabia, o si es imponente en todo ese territorio o de cualquier otro tipo. Aceptar esa energía sin más y preguntarse si se desea recargarse a sí mismo con esa fuerza.
  • Establecer contacto con la energía del árbol mediante el corazón energético. Vaciarse de ruidos internos y acto seguido ponerse a escuchar al árbol. Captando su espíritu. Presentándose cada persona con su nombre y así poder entrar en un espacio donde la comunicación es energética y no sonora. Pudiendo pedir consejo sobre cualquier situación que se necesite, cargarse de esa energía, relajarse o aceptar su sabiduría.
  • Escuchar la sabiduría con el corazón, dar las gracias, levantarse y despedirse poniendo la mano derecha sobre su tronco en contacto directo con el árbol utilizando las manos: A través de ellas podemos realizar una captación más consciente, son una zona muy sensible a la emisión y captación vibratoria ya que en la palma existen varios puntos de entrada y salida de energía. La posición más conveniente es la de seguir las grietas o fisuras de la corteza en el sentido que las presenta el árbol.

Aparte de las manos puede utilizarse la parte central de la espalda ya que recorriendo la columna vertebral, se encuentra el canal energético principal del cuerpo. Apoyando esta zona en el tronco del árbol o sus raíces absorberemos la energía que emana. Descansar un rato nuestra espalda contra el árbol o sus raíces, para que la renovación de energía afecte también a la espina dorsal y a nuestro sistema nervioso central.

Para los taoístas esto no es un misterio, así como transforman el dióxido de carbono en oxígeno, también son capaces de transformar la energía negativa en positiva.

El árbol siente el sol, siente la noche, siente la lluvia, siente el viento, siente el calor y el frío, y siente a los pájaros que se cobijan bajo sus ramas. ¿Cómo no nos va a sentir a nosotros? El árbol se encuentra emitiendo energía permanentemente, de la cual podemos beneficiarnos.

Abrazar un árbol - Osteopatía Jacobo Figueroa