Vigorización Sexual Masculina
En las actuales sociedades del día, es de completo la mayoría de la importancia para mantener un nivel aceptable de función sexual masculina. Aunque un grupo de disfunción sexual en hombres abarque desordenes de la eyaculación y líbido inferior, la disfunción eréctil (definida como la incapacidad para guardar una erección) era definitivamente el problema más grande a lo largo de la historia hasta tiempos modernos.
Fisiología de la erección peneana
El centro medular autónomo de la erección está localizado en el núcleo intermediolateral de la médula espinal, en los niveles S2 a S4 y T12 a L2. Fibras nerviosas de los segmentos medulares toracolumbar (simpático) y sacro (parasimpático) se unen para formar plexos hipogástricos y pélvicos inferiores, lo que envía ramas a los órganos pélvicos.
Las fibras que inervan el pene (nervios cavernosos) viajan a lo largo del aspecto posterolateral de las vesículas seminales y la próstata y luego acompañan a la uretra membranosa a través del diafragma genio urinario. Algunas de estas fibras entran en el cuerpo cavernoso y el esponjoso con las arterias cavernosas y bulbouretrales. Otras viajan en sentido distal con el nervio dorsal y entran en estos cuerpos en varios lugares para alimentar las porciones media y distal del pene. Las ramas terminales de los nervios cavernosos inervan las arterias helicinas y el músculo liso trabecular, y son responsables de eventos vasculares durante la tumefacción y la destumefacción.
El centro de las motoneuronas somáticas está localizado en el asta ventral de los segmentos S2 a S4 (núcleo de Onuf). Las fibras motoras unen el nervio pudendo para inervar los músculos bulbocavernosos e isquiocavernosos. Los nervios sensitivos somáticos se originan en los receptores del pene para transmitir dolor, temperatura, toque y sensaciones vibratorias. El encéfalo tiene un efecto modulador en las vías medulares de la erección, de manera específica.
Cualquier desajuste a nivel del sacro, coxis, musculatura pélvica y todas las vísceras relacionadas, provocarán un descenso significativo de la relación sexual. En muchos casos basta con normalizar la estructura del cuerpo para devolverle el vigor al organismo. Tras una sesión, los cambios son más que notables, sintiendo una energía y vigorización totalmente renovadas.